La estafeta. La primera cartería
Al final del siglo XIX, las cartas que llegaban de la Seo de Urgel o de Hospitalet se dejaban en el Hostal de Cal Calones de Andorra la Vella, que hacía las veces de cartería bajo la responsabilidad de Tomàs Rossell i Moles.
Un testigo de la época describe la oficina en un rincón del comedor con la cristalera del Hostal llena de cartas sin reclamar, hecho que pone de manifiesto las limitaciones y el alcance del servicio de los Valles.
A principio del siglo XX, antes de oficializar el correo en los Valles, los correos franceses desplazaron sus servicios a la tienda de Jacint Rossell, situada en la casa Ca l’Adela, casa contigua al Hostal Calones, que seguía haciendo el servicio de correos españoles.